MÁNAGER A LA ANTIGUA
Una de las frases que más resuena en mi cabeza y que resulta cierta en la práctica es: “Si las cosas salen bien es gracias a la banda y si van mal es culpa del manager”.
Para el común de la gente un manager es un booker , pero la realidad es que un manager es mucho más que solo “el que consigue los contratos” un buen manager es el responsable directo de la imagen de un grupo, es el responsable del desarrollo evolutivo, de las relaciones entre los miembros de la agrupación, es la persona que “necesita” ser empático inclusive en los momentos más adversos, que debe buscar un balance entre la lógica, las aspiraciones y la realidad de las cosas. Debe ser un embajador, un diplomático, debe tener los conocimientos necesarios para encontrar las soluciones aun en los momentos más difíciles o donde no se vislumbre una salida.
La mayoría de las personas que somos managers lo hemos aprendido en la práctica, con errores y aciertos, con una máxima que preserva nuestra mejoría: nunca, pero nunca, cometer el mismo error, cada error puede llevar al fracaso y es tan fácil caer y tan difícil construir algo sólido que no nos podemos permitir fallar.
En el transcurso de los años he ido descubriendo que las oportunidades aparecen, se crean o se construyen, y que los principales obstáculos son los egos y la impaciencia.
Para mí, más que los logros económicos que conlleva (a veces) el éxito encuentro satisfacción en detalles que pueden ser insignificantes, cuando gente que nunca los ha escuchado se convierte en fan, cuando gritan “otra, otra, otra” en un concierto, cuando los veo firmando discos, en esos momentos siento que mi trabajo valió la pena.
Hay managers que les encanta el figuretismo, aparecer en toda foto, ser mencionados a cada rato, en mi caso no, prefiero siempre que sean ellos los protagonistas, solo me utilizo, si, utilizo es la palabra clave, cuando es necesario, en parte por mi trayectoria personal o por mi nombre dentro de algunos círculos.
Lo más importante para un manager debe ser siempre el grupo con el que trabaja, no sus gustos ni su opinión personal, para eso es fundamental que trabaje con grupos que le guste y personas con las que exista un grado bastante fuerte de empatía, el aceptar ser manager de un grupo sin esos requisitos es una tortura y por lo general no funciona. Un mánager sabe que se vende mejor lo que uno cree sinceramente, lo que le gusta, grupos de los que sería fan.
Uno de los puntos más frustrantes es cuando se prepara un trabajo, que SIEMPRE es a largo plazo, se comienza a preparar todas las bases necesarias y cuando esta por explotar o por pasar al siguiente nivel, la banda se desarma o comienzan los diversos obstáculos que los mismos grupos se crean, los famosos “peros” a todo y la inseguridad que hace retroceder todo proyecto, cuantas buenas bandas se quedaron en el “casi” , “a punto de” , eso es algo que me desespera y me hace sentir bastante triste, siento ahí como que se pierde un trabajo .
Espero que este pequeño testimonio sirva tanto para los grupos que buscan un manager, como para los representantes que desean serlo, en mi vida he sido manager de más de treinta grupos y con algunos hemos logrado cosas que me enorgullecen, pero con todos los que he trabajado he sido admirador.