MAGA EL COMIENZO DE LA HISTORIA
Han pasado ya más de 35 años desde el nacimiento de la Revista Esquina. Mientras que yo tengo 48 Abriles en mi haber ¿Por dónde comenzar entonces? No se me ocurre una mejor manera de comenzar mi tributo a Esquina, más que comenzar por el principio: mi tierna infancia y el inicio de mi pasión por la música. Una de las primeras imágenes que recuerdo es verme escuchando música de la mano de mi papá, quien siempre ha gustado de la buena música. En una fotografía a mis 5 años estoy sentada con el precisamente, escuchando música con unos audífonos que se veían gigantes en comparación con mi tamaño.
Entre mis más tiernos recuerdos vienen a mi mente melodías y temas clásicos de Frank Sinatra, The Beatles, The Rolling Stones, Genesis, Barbara Streisand, Herb Albert, Barry White, WAR, K.C & The Sunshine Band, entre muchos otros. Sin embargo, lo que más recuerdo acerca de mi niñez y la música es escuchar ávidamente la radio, en especial Radio Panamericana; allá por mediados de los 80 en que yo tendría no más de 12 años, en busca de grabar la mayor cantidad de temas posibles con mis cassettes en blanco TDK o Sony.
Eran tiempos difíciles en el Perú por la crisis económica, la inestabilidad política, el terrorismo con Sendero Luminoso y muchas otras cosas. Aun así, yo procuraba vivir tranquila y agradezco mucho que mi familia me permitió ser libre y disfrutar del arte y de la música desde tan temprana edad.
Mi primer recuerdo de un concierto fue ver a “Soda Stereo” en Lima cuando se presentaron en Junio del 87 en el extinto Coliseo Amauta. Fue un concierto increíble para mí tomando en cuenta que contaba apenas con 13 años y por entonces aún no tenía una vida social muy activa. Más aún, lo que lo hizo más increíble fue estar cantando y bailando todas sus canciones con nada menos que 15,000 personas, ya que en la segunda fecha en que yo estuve (20 de Junio) se llenó el coliseo en su máxima capacidad. Vale la pena recordar que esa segunda fecha fue posible debido al éxito en la venta de entradas para la primera fecha del día anterior, y que entonces Sendero Luminoso había anunciado un apagón en Lima, pero ni eso nos impidió ver tocar a “Soda Stereo”.
Asimismo, fue mi primer “concierto familiar” (en compañía de tíos y primos) y estaba tan emocionada que me cuesta expresar con palabras lo mucho que lo disfruté, tomando en cuenta que desde que la banda se creó siempre fui fan de Soda Stereo. Tan es así que aproveché la tremenda campaña de Radio Panamericana, estuve en la radio cuando la banda visitó los estudios, junto a muchos otros fans que buscamos ver más de cerca a nuestros ídolos.
Otro gran recuerdo fue ver a “Los Prisioneros” en su primera visita a Lima, en Septiembre del 87, pero esto no fue el concierto en la Plaza de Acho, yo estuve en el concierto más íntimo que dieron en la discoteca Reflejos de San Isidro, un local pequeño y atestado de gente, y mi presencia solo fue posible gracias a la compañía de mis padres. Recuerdo que el concierto comenzó tarde pero todo era muy entretenido para mí por la energía de la gente, los gritos, los aplausos y hasta los insultos (de algunos que querían llamar la atención).
Por lo dicho, podrán ver que disfrutaba mucho del rock en español en mis primeros años y ya en 1988, a mis 14 años, pasaba muchas horas escuchando la radio, prendida en mi walkman (Sony) y hablando de música todo el tiempo con mis amigas del colegio.
Al respecto, puedo afirmar que estudiar en un colegio de mujeres me permitió tener mucho tiempo libre para escuchar música y aprender sobre mis bandas favoritas. Por entonces ya escuchaba también rock en inglés proveniente de los Estados Unidos, Inglaterra, Australia y otros países. Entre lo que más escuchaba estaba The Police, The Clash, Duran Duran, INXS, Depeche Mode, A-ha, Wham, Supertramp, Men Without hats, Foreigner, Chicago, The Eagles, entre otros y también soñaba con un mundo mejor cantando “Imagine” de John Lennon (que era mi himno en los ochentas y mencionaba en mis diarios, si bien fuese un tema original de 1971).
Resumiendo mis años posteriores, a comienzos de los 90 me podrían haber visto en conciertos de heavy metal y thrash metal (ya que he crecido escuchando Iron Maiden, Metallica y Sepultura). Entre los que más recuerdo están los conciertos que organizaba el “Grupo Pacifico” y que disfruté mucho siendo amiga de “Pelu” (José Carcagno) y los Mortala, porque solíamos asistir con ellos. Asimismo, era asidua a los festivales de rock, punk y hardcore, a los conciertos en la “Concha Acústica” del Parque Salazar en Miraflores, y otros organizados en locales emblemáticos como “Magia” en la Av. Brasil en Pueblo Libre. Como no mencionar al bastión rockero de entonces, la discoteca “Nirvana” en la Calle Schell en Miraflores. Pude gozar de los últimos años del “Nirvana” ya que paraba en la discoteca entre el 92 y 94, y vienen a mi memoria escenas memorables bailando al ritmo de The Cult o los pogos fenomenales “de pared a pared” al ritmo industrial de “Thieves” de Ministry. Recuerdo con gran nostalgia la fiesta de despedida antes de su cierre definitivo en el 94 ¡Salve Nirvana!
Luego he de mencionar mi historia con el “Bauhaus”, recordado “templo de baile”, a donde religiosamente iba los fines de semana, y bailaba toda la noche con la mejor música del DJ residente, Eduardo Lenti. Guardo muy buenos recuerdos de todos mis pedidos musicales que Eduardo muy amable siempre escuchaba y porque ponía esas canciones era que yo me quedaba siempre hasta el cierre, cuando literalmente los que limpiaban ya estaban “barriendo” y echaban fuera a los últimos “feligreses”, entre los cuales me incluyo a mucha honra. ¡Juventud, divino tesoro!
¿En toda esta historia, donde entra la Revista Esquina? Esto sucede a inicios de los 90 en que conocí a QEPD Carreño, gracias a quien entonces tocaba la batería en la banda, Ángelo Lazo, pues éramos enamorados. Con los miembros de Carreño nos hicimos muy buenos amigos y mis primeros recuerdos de la Revista Esquina fueron encontrar las revistas en la sala de ensayo, leer y comentar sobre los artículos con los Carreño y especialmente, ir juntos a infinidad de conciertos donde Esquina y Franklin Jáuregui tuvieron un activo rol organizador y promotor. Por dar un ejemplo, los conciertos de Condorock en la carpa-teatro del Puente Santa Rosa, entre el 94 y el 96. Ciertamente yo conocí a Franklin y también a Dalmacia Ruiz Rosas por esa época y gracias a esos conciertos nos hicimos amigos más cercanos.
Remontándonos al origen de Esquina, Toño Carreño, el líder y vocalista de QEPD Carreño, me contaba acerca del nacimiento de la revista en Abril del año 86, recordando que en el primer número apareció una foto de su primera banda “Radicales”. Esto fue en un artículo sobre Rock Subterráneo, donde se hablaba sobre los últimos conciertos y pusieron una foto de Radicales en un concierto en los Reyes Rojos en el 85. Así fue pues, que Toño supo del nacimiento de Esquina desde el mismo momento en que se lanzó la revista.
En palabras de Toño “en ese entonces todos estaban muy conectados en la escena porque era poca gente”. Antes de Esquina lo que había eran los fanzines “Costra” de Paul Hurtado y “Alternativa Subterránea” de Pedro Cornejo y la revista pionera AveRok de Alfredo Rosell y Franklin Jauregui, donde también participaba Helen Ramos.
“Cuando aparece Esquina yo sabía que Franklin Jáuregui era conocido porque organizo los conciertos de Rockacho y también los conciertos del AveRok” junto a Alfredo Rosell, refiere Toño.
Por mi parte, yo le contaba de esa misma época mis recuerdos de niñez, cuando conocí otra revista muy popular por entonces, aunque completamente diferente a Esquina por su tamaño y formato. Me refiero a “Éxitos”: revista rock y cancionero de bolsillo, que conseguía en los quioscos de mi barrio. Cantar siempre me ha gustado mucho y aunque nunca lo hice profesionalmente, desde niña ya lo hacía gracias a “Éxitos”.
Toño continuaba resaltando que Esquina nace como una revista de formato más grande y con más fotos, incluyendo reportajes sobre bandas de otros países (como Echo & de Bunnymen, Pil, entre otras). Coincido con él en que Esquina tenía una onda más Subte, de bandas más “underground”. La mayoría de gente que trabajaba en Esquina era de la movida. Se vendía en quioscos de mayor tiraje, le daba mayor promoción a las bandas peruanas y un mayor protagonismo al Rock Subterráneo.
Han transcurrido muchos años desde esa primera vez que conocí Esquina y compraba las revistas. Tanto tiempo que hasta viajé a Inglaterra para mis estudios de posgrado en 1999. ¡Recibir el nuevo milenio allá y vivir por entonces sumergida en la movida “gótica” londinense me cambió la vida! Con muy buenos amigos, mi nueva “tribu” proveniente de varios países, asistíamos al club más emblemático de Londres, en cuanto a la movida underground se refiere, el “dark scene & gothic club” por excelencia, conocido como “Slimelight”. También visitábamos cada fin de semana el famoso “Electric Ballroom” en Camden Town. ¡Ambos lugares me parecían fuera de este mundo! Conocí gente muy especial a su modo, con gustos musicales y looks muy particulares, y ver tanta libertad de culto y de apariencia me ayudó a sacar a relucir lo mejor de mí misma y disfrutar de la vida y de la música con esa misma libertad. En Londres nació “Maga Gótica” y con ello, mi regreso a Perú fue más diferente e intenso a como lo habría imaginado.
Ya han pasado casi 20 años desde entonces y mis gustos musicales no han cambiado mucho. Sigo siendo devota del gothic rock, industrial, EBM, new wave, post punk, rock progresivo, heavy metal, hard rock y rock alternativo en general. También me atrae mucho la música electrónica, algo que aprendí a disfrutar cuando acudía en Londres a fiestas en el conocido club “The Fabric” y otros bastiones de la escena electrónica local.
He trabajado durante estos años como intérprete y asistente de producción en conciertos y festivales de rock. Por ello he conocido muy de cerca a varios músicos y bandas que me marcaron desde muy joven, como “Flock of Seagulls”, “Robin Guthrie” (ex - Cocteau Twins), “Peter Hook” (ex – Joy Division/New Order), “Limp Bizkit”, “Covenant”, “Camouflage”, “The Mission”, “Bad Religion”, “Erasure”, “Arch Enemy”, entre muchas otras bandas, incluyendo más recientemente a “La Polla Records”.
Hoy por hoy he retomado contacto con Esquina gracias a su re-lanzamiento por vía digital, siendo yo misma quien se ha acercado a mi amigo Franklin con el interés de “sumarme a las filas” de esta revista a la que admiro muchísimo. En estos días precisamente charlando acerca de Esquina con Roberto Barba, alias el Jarcor, conocido cineasta y parte de la movida Subte local, quien es actualmente mi novio; recordamos juntos algunos detalles más de cuando la revista recién salió al mercado
Según refiere el Jarcor “Esquina fue una revista revelación porque traía información en cuanto a rock internacional que no se encontraba fácil aquí en Perú, y el diseño era como estilo fanzine, pero en formato de revista con un mejor acabado”. “En Esquina se podían ver marcas de ropa y tiendas de discos que antes no se conocían. Cuando nació la revista yo tenía 16 años y eso me llamó mucho la atención”. Era parte de todo un mundo que estábamos descubriendo, sobre el Rock Alternativo, un espacio que le daba importancia al rock nacional, y en especial al Rock Subterráneo, mientras que en otras revistas locales comunes entonces como “Caretas”, “Gente” u otras revistas de la época, lo “Subte” era “vetado”.
Algo que ya me habían contado y que me parece muy especial es esto que también me comenta él. “Lo bacán era preguntar en el quiosco de periódicos si había Revista Esquina, y que te respondan: esa revista no hay, no se vende, y tu seguir buscando y buscando en otros quioscos”. Encontrarla entonces era un gran logro.
Por entonces, el Jarcor empezaba a participar en la movida Subte escuchando la música y asistiendo a los conciertos y le gustaba ver en la revista Esquina a todas las bandas punk hardcore y sus miembros, que luego se harían sus patas, como QEPD Carreño, Lujuria, G-3, Daniel F y Leusemia.
Me enorgullece mucho seguir compartiendo tantas anécdotas e historias que se pueden contar acerca de Esquina, una revista tan especial hecha en el Perú, y me siento muy contenta de haber leído en sus páginas reseñas de tantos conciertos encontrando muchísimos rostros conocidos, de músicos y bandas que luego se hicieron mis mejores amigos, y con los cuales sigo compartiendo mis gustos y mi pasión por la música.
En estos días sigo con mi pasión de compartir lo que más amo, haciendo crecer mi comunidad musical gracias a mi grupo en Facebook @LA KERMESSE MELÓMANA. ¡Desde aquí promuevo mi programa de rock virtual (vía Zoom) con sorteo de premios, subasta de variedad de artículos, juegos, concursos y muchas sorpresas! ¡Dentro del equipo de Esquina voy a promover éste y otros espacios para seguir disfrutando de la música y todo lo que más nos gusta!
Por todo lo dicho, por mi propia historia y la historia de todos mis amigos músicos y melómanos: ¡Muchas gracias Revista Esquina! Has sido y eres el reflejo de una época y marcaste un hito en nuestra historia musical. Abrir tus páginas es como entrar “a una máquina del tiempo”. Es como “echarle una mirada a lo que entonces sucedía en el Perú”, no solo en materia de rock, sino también en cuanto al arte, cultura y sociedad en general. ¡Por esto y por mucho más, solo puedo decir, que sigan tus éxitos en esta nueva etapa querida Esquina! ¡Aquí estaremos todos para apoyarte! ¡Amen!
Maga - María Gracia Morán
Junio, 2021
